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WMC Especiales

Hablemos de Finanzas.

Apple y Trump Tariffs

El Especial WMC

La semana pasada Trump lanzó una nueva advertencia: si Apple no comienza a fabricar iPhones dentro de las fronteras estadounidenses, enfrentará un arancel del 25% en cada dispositivo vendido. La amenaza, publicada en su red Truth Social, llegó días después de una tensa reunión con el CEO de Apple, Tim Cook, en la que el mandatario criticó abiertamente los planes de la empresa de trasladar la mayor parte de la producción destinada a EEUU a India reemplazando a China para 2026.

Imagen: CEO de Apple, Tim Cook y el Presidente Donald Trump. Credito: EL CEO.

Apple y el laberinto de la manufactura global en la era Trump

El pasado mes de abril de este año Apple Inc, (AAPL) el gigante tecnológico, cruzó un umbral histórico en su estrategia de manufactura: ha logrado que India supere a China como el principal exportador de iPhones a Estados Unidos. Este hito es el resultado de un rediseño forzoso de su cadena de suministro global ante las crecientes tensiones geopolíticas y económicas entre Washington y Pekín.

La política arancelaria del expresidente Donald Trump, reactivada tras su regreso a la Casa Blanca, ha sido el catalizador de esta transformación. Con aranceles de hasta 145% sobre productos chinos y la amenaza explícita de aplicar un 25% sobre iPhones fabricados fuera de EEUU, Apple se encuentra atrapada en una encrucijada estratégica. Si bien ha logrado esquivar parcialmente el impacto mediante exenciones temporales y la diversificación hacia India y otros países asiáticos, el margen de maniobra es cada vez más estrecho.

En este nuevo contexto, India se ha convertido en una pieza clave. En tan solo un año, las exportaciones de iPhones desde ese país a USA aumentaron un 76%, mientras que las procedentes de China se desplomaron en la misma proporción. El crecimiento de India en la cadena de valor de Apple no es casual: Desde 2020, la compañía ha venido fortaleciendo su presencia en el país, aprovechando tanto las ventajas fiscales ofrecidas por Nueva Delhi como la necesidad de reducir la dependencia de China, exacerbada por la pandemia y los posteriores enfrentamientos comerciales.

Gráfica 2.1. Iphones enviados hacia EEUU durante el 2025 . Fuente: CNBC

Sin embargo, esta reconfiguración tiene límites claros. Aunque el ensamblaje final ocurre ahora en fábricas indias, la mayoría de los componentes críticos —como pantallas, cámaras y chips— siguen siendo producidos en China y otras economías asiáticas poseedoras de tecnologías de micro manufactura propias, y muy difícil de replicar. De los 682 proveedores de Apple sobre los cuales Bloomberg mantiene información, 124 de ellos (18,18%) están domiciliados en China en unas 2849 instalaciones industriales. (Véase gráfica 2.2.)

El traslado de operaciones a India representa solo la última etapa del ensamblaje, una estrategia diseñada para cumplir requisitos de etiquetado y evitar aranceles.

Gráfica 2.2. Cuadro de proveedores de Apple discriminados por países. Fuente: Bloomberg . Composición WMC

 La presión de Trump genera consecuencias: . Desde una perspectiva técnica y económica, fabricar iPhones en EEUU es un desafío mayúsculo. La cadena de suministro de Apple es extremadamente compleja, compuesta por más de 2.700 partes provenientes de 28 países. Replicar esa infraestructura en territorio estadounidense requeriría no solo una inversión monumental -estimada en al menos 30 mil millones de dólares para trasladar apenas un 10% de la producción- sino también tiempo, capacitación de personal, automatización avanzada y subsidios estatales sostenidos.

El ejemplo del Mac Pro, ensamblado brevemente en Texas a partir de 2013, ilustra los obstáculos: problemas con la fuerza laboral, falta de proveedores de componentes específicos e interrupciones en la cadena obligaron a Apple a volver a Asia. A diferencia de China, EEUU carece de una reserva masiva de trabajadores temporales, ingenieros especializados y fábricas interconectadas capaces de escalar operaciones en cuestión de semanas.

Por ello, aunque en teoría Apple podría fabricar iPhones en EEUU, en la práctica sería económicamente inviable. Algunos expertos en el área tecnológica afirman que el precio de un iPhone podría superar los $2.000 si se produjera localmente, debido al alto costo de la mano de obra y la necesidad de reestructurar toda la logística. Incluso con automatización, el proceso tomaría entre 5 y 10 años en volverse sostenible.

Disyuntiva. A corto plazo, Apple enfrenta una difícil disyuntiva: absorber los costos adicionales, trasladarlos a los consumidores o negociar nuevas exenciones. Los analistas de Morgan Stanley advierten que un aumento del 17-18% en los precios sería necesario para mantener los márgenes actuales, elevando el precio de un iPhone estándar de $1.199 a más de $1.400. Aunque la lealtad a la marca es fuerte, una subida de precios significativa podría empujar a los consumidores hacia marcas rivales como Samsung, cuya producción en Vietnam la exime de muchos aranceles estadounidenses.

Reacción del Mercado

A partir del momento en que se vislumbró el panorama que se la avecinaba para Apple, el mercado ha reaccionado con volatilidad: Desde los máximos alcanzados a finales del año pasado, las acciones de Apple han perdido 23% de su valor eliminando casi un trillón de dólares en capitalización bursátil. Cada nueva amenaza, cada nuevo anuncio ha añadido parte a esta caída reflejando el alto nivel de riesgo que los inversionistas perciben en esta guerra comercial prolongada. (Véase gráfica 2.3 y 2.4)

Gráfica 2.3. Evolución de la capitalización de mercado para la acción de Apple (AAPL) en la era Trump. Fuente Bloomberg, Composición: WMC

El pronóstico de Apple: Más allá del corto plazo, la cuestión fundamental es si Apple puede sobrevivir -y prosperar- sin China. La respuesta, por ahora, parece ser no. Más del 80% de los iPhones aún se ensamblan en China, y muchos de los componentes fabricados en India o Vietnam dependen de tecnologías, maquinaria y personal calificado provenientes de proveedores chinos. Además, el mercado chino representa $67 mil millones anuales en ingresos para Apple, una cifra que sería difícil reemplazar en caso de una ruptura total con Pekín.

Son múltiples las evaluaciones que se han efectuado sobre el impacto en Apple  ante los distintos escenarios posibles: las estimaciones más severas indican que la empresa podría perder hasta la mitad de su valor de mercado -unos $1.6 billones- si se ve forzada a cortar completamente los lazos tanto en manufactura como en ventas con China, y dado que Apple representa aproximadamente el 6% del índice S&P 500, una caída así tendría consecuencias sistémicas para millones de inversionistas y fondos de pensión.

Gráfica 2.4 : Revalorización relativa, año a la fecha de: en linea naranja, acciones de Apple; en linea azul, el índice de las 7 Magníficas; y en linea negra, el índice S&P 500. Fuente: Bloomberg Composición: WMC

A pesar de todo, Apple no está paralizada. Ha anunciado una inversión de $500 mil millones en EEUU para los próximos cuatro años, centrada en centros de datos y tecnologías de inteligencia artificial, y su proveedor Foxconn planea invertir $1.5 mil millones en una nueva planta en India. La compañía también ha aprovechado programas logísticos como los "green corridors", rutas exprés que aceleran el envío de productos a través de aduanas, para minimizar interrupciones.

El futuro de Apple dependerá de su capacidad para seguir adaptándose. La empresa ha demostrado ser ágil en tiempos de crisis, y Tim Cook, veterano de guerras comerciales anteriores, sabe cómo navegar el delicado equilibrio entre innovación, eficiencia y diplomacia corporativa. Pero el reloj avanza, y con cada nuevo tweet presidencial o arancel anunciado, la presión aumenta.

Diplomacia y geopolitica corporativa:

Las grandes transnacionales contemporáneas se ven ahora mas que nunca en la necesidad de desarrollar destrezas negociadoras internacionales. En un mundo donde los iPhones ya no solo se ensamblan en China, pero tampoco pueden fabricarse fácilmente en EEUU, Apple se ve obligada a mantener un equilibrio geopolítico delicado. Ni la retórica nacionalista ni las economías de escala desaparecen de la noche a la mañana. Y mientras India emerge como una nueva frontera para la producción, la sombra larga de China sigue siendo ineludible.